Ojos de ángel, claros, profundos y puros, reflejo del alma; un refugio de paz donde el corazón se cobija y el amor se expande.
Su mirada, una estrella que ilumina la oscuridad de la tormenta, acaricia la vida y la hace vibrar; un toque de luz sobre la sombra; una belleza que late en lo más profundo de su ser.
Daniel Cerchiara
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