Indiferencia.
Palabra terrible con un poder sin igual.
Es
fría como el hielo y profunda como el mar.
No
tiene sonido ni sentimiento, pero hiere como una daga.
En una noche particularmente oscura, apoyado en un árbol frondoso, él espera una respuesta o al menos un guiño que le permita otra vez respirar. La espera es larga. Es algo que nunca llegará. Así lo sorprenderá el sol de la mañana…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario